La eterna guerra de sexos utiliza a veces unos metodos de baja calaña, y lo que es de agrader es que al menos seamos lo suficiente hombres para reconocerlo.
Por eso esta campaña impresa de cerveza, da gracias a Dios por ser hombre, y nos enseña por medio del grafismo como funciona nuestro cerebro cuando un amigo nos invita a salir, y tomar unas cañitas.
1 comentario:
tiene su gracia
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